En el barrio de El Pla existen unas instalaciones adquiridas durante el mandato de la alcaldesa Sonia Castedo, ahora totalmente en desuso e infrautilizadas desde su compra, pese a que en la ciudad no se disponen de espacios suficientes para realizar actividades en condiciones de no masificación.
Desde la asociación de vecinos Barrio del Pla acogemos con sorpresa, no exenta de indignación, la noticia de que el Centro 14 debe ser desalojado debido a que la ampliación del edificio, paralizada por falta de financiación, impide el uso de las instalaciones al no ser posible la evacuación en caso de incendio. Además, las citadas obras han inutilizado la climatización lo que provoca que la temperatura interior sea insoportable.
No es la primera vez que tenemos noticias del mal estado de instalaciones públicas por falta de mantenimiento debida a la escasez de presupuesto, según explican desde los órganos municipales. Esto sería admisible si no se dispusiera de dinero para otros temas, no imprescindibles, como por ejemplo un acuario en una plaza.
Resulta especialmente llamativo que haya sido una inspección del Servicio de Bomberos la que ha puesto en evidencia que tanto funcionarios como usuarios del centro hayan estado expuestos a riesgos en su integridad física en caso de siniestro; lo que, según su opinión, debería llevar a saber quién o quiénes han sido los responsables que han permitido esta situación.
Además, no terminamos de entender que por falta de espacio se planteen dudas sobre la continuidad de las actividades que se realizaban en dicho Centro 14, cuando en la calle Miguel Jiménez Reyes (Antiguo colegio Ramos Carratalá) existen unas instalaciones adquiridas (Con dinero público) durante el mandato de la alcaldesa Sonia Castedo, ahora totalmente en desuso e infrautilizadas desde su compra, pese a que tanto en el barrio como en la ciudad no se disponen de espacios suficientes para realizar actividades en condiciones de no masificación.
Por todo ello, hemos dirigido una instancia al alcalde en la que solicitamos que se tomen las medidas pertinentes para la puesta en valor, y un uso acorde con las necesidades de la ciudadanía, de las citadas instalaciones.
¿Para cuando una administración responsable? Nos negamos a aceptar que la incompetencia sea el eje conductor del gobierno municipal de Alicante.